Wednesday, July 7, 2010

EL CUENTO DE LA BUENA PIPA. LAS TRAVESURAS DE BP Y LA INFINITA PACIENCIA DE WASHINGTON (PRIMERA PARTE)





El 31 de marzo del 2010, el presidente norteamericano Barak Obama levantó las restricciones a las perforaciones petroleras submarinas. Veinte días más tarde, el 20 de abril, la plataforma petrolera Deepwater Horizon de la BP hizo explosión y se hundióen el Golfo de México, causando la muerte a 11 de sus ocupantes y heridas a otros 17.


La plataforma, que aún estaba en la fase de exploración, había roto el record de perforación al excavar el pozo petrolero submarino más profundo (30,000 pies o 9.1 km) a tales profundidades (más de 4,000 pies o 1.5 Km bajo el nivel del mar).


La cuestión consiste en que, desde su anclaje en el lugar, la Deepwater Horizon había sufrido múltiples accidentes.


Del 2000 al 2010, se había reportado 16 incendios menores y otros incidentes.


En un accidente no reportado, previo a la explosión de la plataforma, el BOP (Blow Out Preventer o protector contra explosiones), equipo de seguridad obligatorio para toda plataforma petrolífera, se había dañado y estaba desactivado en el momento del siniestro.


El protector contra explosiones (BOP) de la Deepwater Horizon era un dinosaurio de 325 toneladas y $15 millones, instalado en el fondo del Golfo -a 4,132 pies (1,259 m) de profundidad- para controlar la presión del gas y el petróleo y cerrar el flujo de estos si algo salía mal.


Si hubiera funcionado correctamente, el BOP hubiera impedido que el gas subiera por la tubería a la plataforma con demasiada presión. Esto fue precisamente lo que provocó la explosión de Deepwater Horizon.


Sin embargo, no todo se redujo a una falla técnica sino que fue resultado de una combinación criminal de inconsciencia, avaricia, estupidez e incapacidad.


Las causas del accidente de Deepwater Horizon estaban mayormente relacionadas con a una larga cadena de violaciones de la seguridad que BP había cometido.

Según Newsweek, una investigación del Congreso encontró que en el BOP había una batería muerta, que destilaba ácido sobre el sistema hidráulico.


Un trabajador de la Deepwater Horizon recientemente reveló a la BBC de que él y otros de sus compañeros habían identificado semanas antes del accidente la fuga de la batería en una consola de control del BOP.


De acuerdo con el informe del Congreso, los funcionarios de BP en el sitio, para ahorrar tiempo y dinero, animaron a los trabajadores a seguir adelante sin cambiar la batería.


El problema sobrevino cuando el taladro de la plataforma perforó finalmente el embalse de hidrocarburo y comenzó a bombear petróleo.


Según las normas de procedimiento del trabajo, el mecanismo de prevención de explosiones (BOP) controlaría el flujo de petróleo y gas para mantenerlo estable si algún imprevisto ocurría. Sin embargo, como no había comunicación entre la plataforma y el BOP, sólo se podía rezar por que no ocurriera semejante imprevisto.


Como era de esperar, el imprevisto ocurrió.


En el momento en que las almohadillas de goma que deben sujetar la tubería estaban ya ceñidas alrededor de esta, un técnico de la plataforma golpeó accidentalmente una palanca. Esta movió la tubería unos 15 metros hacia arriba, dañando la tubería y las almohadillas de goma.


El ingeniero Mike Williams, en su entrevista del programa "60 Minutos", reveló que pedazos de goma del mecanismo de fijación de la tubería comenzaron a emerger desde las profundidad con un poco de petróleo. Ello preocupó a varios trabajadores de la plataforma. Pero, no había manera de saber qué ocurría en las profundidades del Golfo ya que, mucho antes, como hemos dicho, la batería que alimenta el sistema de comunicación entre el BOP y la plataforma había dejado de funcionar. Debido a ello, los trabajadores no podrían controlar cualquier problema que pudiera ocurrir.


Aún, en estas condiciones, los ejecutivos de BP siguieron presionando para que los trabajadores continuaran la perforación. Así ocurrió hasta que el taladro atravesó una corriente de petróleo y gas metano a 30,000 pies de profundidad del lecho marino. Fue entonces cuando el BOP fue incapaz de regular la presión de salida del gas y el petróleo, y se produjo la explosión de la plataforma del Deepwater Horizon.


Todo indica que BP avanzó a toda costa de cabeza hacia el peligro, arriesgándolo todo -la vida de sus trabajadores y las posibilidades de provocar la catástrofe ecológica actual- por obtener la mayor cantidad de ganancias a como diera lugar.


Por todo ello, la BP podría ser culpable de una negligencia criminal.


Sólo una pregunta surge de toda esta historia:


Después de todos los accidentes ocurridos en las instalaciones de BP, como veremos a continuación, y de sus daños irreparables al medio ambiente y a la salud de los norteamericanos, causados por la irresponsabilidad y la falta de sinceridad de BP, ¿cómo es posible que el gobierno norteamericano no haya tomado medidas contra esta compañía poniéndola bajo el control de la Agencia de Seguridad Nacional, la FEMA y/o la Secretaría de Defensa?


Lo más perturbador de todo es que el gobierno sigue sin disponerse a tomar medidas contra la BP y, ahora mismo, Tony Hayward, su jefe ejecutivo, está disfrutando de delicias de las mil y una noches con las que el príncipe de Abu Dhabi lo está agasajando para compartir un jugosísimo contrato con ese emirato árabe.

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